Los virus no discriminan, las personas tampoco deberíamos hacerlo El miedo a la pandemia de COVID-19 puede generar situaciones de hostilidad en la sociedad haciendo que sea aún más difícil frenar el virus. La ciencia nos dice que somos más fuertes frente a las epidemias cuando detenemos el estigma y la discriminación. Aquí tienes algunas propuestas para hacerlo:


- Recuerda que el COVID-19 no entiende de procedencias, de etnias, ni de edades, el virus infecta a todas las personas
- Tenemos la responsabilidad de contribuir como podamos a frenar la pandemia, pero nadie es culpable de tener COVID-19. Piensa que algunas de estas personas han podido infectarse realizando labores esenciales para nuestras vidas y bienestar
- El miedo y la información errónea favorecen el estigma y la discriminación. Utiliza y comparte información de fuentes fiables e institucionales como la de organismos internacionales, el Ministerio de Sanidad o las Consejerías de Sanidad
- Corrige de forma educada aquellos mensajes que en tu entorno favorecen la estigmatización y discriminación de determinados grupos de la población o de las personas con COVID-19
- Muestra comprensión con quienes tienen COVID-19 y con los grupos más afectados y vulnerables
- Evita discriminar y ayuda a las personas a las que los profesionales sanitarios han recomendado hacer cuarentena o aislarse, están haciendo lo correcto para protegernos
- Respeta a las personas que se ven obligadas a salir de casa por fuerza mayor (por ejemplo, padres y madres con hijos o hijas con trastorno del espectro autista)
- Mantener un comportamiento cívico y solidario es ahora más importante que nunca